jueves, 3 de noviembre de 2011

Un Cuento...

Para no olvidarme quien soy

Cuento Anónimo Hindú

Hace muchos años en un pueblo de la India vivía un rey que tenia muchas dificultades para gobernar. Los problemas de su reino lo superaban y todo era un caos.

En la plaza del pueblo vivía un mendigo que era famoso por su sabiduría, su nombre era Osmar. Aconsejaba con sencillez a todos los que le pedían un consejo y la gente quedaba asombrada por su capacidad para resolver los problemas. Enterado de esto el rey ,lo mando llamar al palacio y lo consulto por algunos de los muchos problemas que tenia. Osmar pidió que le diera tres días para pensar la solución. Así lo hizo el rey y al tercer día lo mando llamar nuevamente y Osmar le dio una solución sencilla pero que al aplicarla resulto sumamente efectiva. Al comprobar la eficacia de sus consejos el rey lo invito a Osmar al palacio para que fuera su asesor en los temas referentes a su reino. Le dio una habitación y mando a sus servidores a que le dieran a Osmar una tunica nueva para que no usara más la gastada tunica que el tenia, sandalias nuevas para que cambiara las viejas y un turbante con un rubí símbolo de poder entre las autoridades del palacio.

Con el paso del tiempo los colaboradores del rey vieron que Osmar entraba todos los días a su habitación, ahí permanecía unos minutos y luego volvía a salir. Supusieron que el tramaba una rebelión para sacar al rey de su trono y se lo hicieron saber al monarca.

Este sorprendido, llamo a Osmar y le pregunto si lo que se comentaba en el palacio, era cierto. Osmar le contesto: “Señor… ¿cómo puedes pensar esto de mí? que no tengo mas que agradecimiento por el trato que recibo de tu persona! ¿Quieres saber lo que hago en mi habitación ese rato por las tardes? Acaricio mi vieja tunica y mis sandalias gastadas….para no olvidarme quien soy.

El rey comprobó entonces que su consejero además de ser un hombre sabio, era un hombre al que Dios, lo había adornado con la virtud de la humildad.