viernes, 3 de febrero de 2012

Ntra Sra de Copacabana




jueves, 2 de febrero de 2012

Campamento Scout 2012

El Grpu Scout "San Judas Tadeo" realizo su
campamento en "Laguna de los Padres" del 7 al 14 de enero.










Fiesta de la Candelaria


2 de Febrero

Esta fiesta ya se celebraba en Jerusalén en el siglo IV.La festividad de hoy, de la que tenemos el primer testimonio en el siglo IV en Jerusalén, se llamaba hasta la última reforma del calendario, fiesta de la Purificación de la Virgen María, en recuerdo del episodio de la Sagrada Familia, que nos narra San Lucas en el capitulo 2 de su Evangelio. Para cumplir la ley, María fue al Templo de Jerusalén, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús, para ofrecer su primogénito y cumplir el rito legal de su purificación. La reforma litúrgica de 1960 y 1969 restituyó a la celebración el título de “presentación del Señor” que tenía al principio: la oferta de Jesús al Padre, en el Templo de Jerusalén, es un preludio de su oferta sacrifical sobre la cruz.Este acto de obediencia a un rito legal, al que no estaban obligados ni Jesús ni María, constituye una lección de humildad, como coronación de la meditación anual sobre el gran misterio navideño, en el que el Hijo de Dios y su divina Madre se nos presentan en el cuadro conmovedor y doloroso del pesebre, esto es, en la extrema pobreza de los pobres, de los perseguidos, de los desterrados.El encuentro del Señor con Simeón y Ana en el Templo acentúa el aspecto sacrifical de la celebración y la comunión personal de María con el sacrificio de Cristo, pues cuarenta días después de su divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de su sufrimiento: “Una espada te atravesará el alma”: María, gracias a su íntima unión con la persona de Cristo, queda asociada al sacrificio del Hijo. No maravilla, por tanto, que a la fiesta de hoy se le haya dada en otro tiempo mucha importancia, tanto que el emperador Justiniano decretó el 2 de febrero día festivo en todo el imperio de Oriente.Roma adoptó la festividad a mediados del siglo VII, y el Papa Sergio I (687-701) instituyó la más antigua de las procesiones penitenciales romanas, que salía de la iglesia de San Adriano y terminaba en Santa María Mayor. El rito de la bendición de los cirios, del que ya se tiene testimonio en el siglo X, se inspire en las palabras de Simeón: “Mis ojos han visto tu salvación, que has preparado ante la faz de todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones”. Y de este rito significativo viene también el nombre popular de esta fiesta: la así llamada fiesta de la “candelaria”.

En Argentina, Ciudad de Buenos Aires, esta la Parroquia y el Colegio "Nuestra Señora de la Candelaria" Calle Bahia Blanca 363.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Mons. Lozano: “El relativismo lleva a experiencias de profunda soledad”

Después de varias semanas con textos dedicados a las Fiestas y a las vacaciones, retomamos el hilo de nuestras reflexiones. Había escrito sobre el individualismo, la fragmentación, el secularismo y cómo estas características de la cultura inciden en la familia y en la Iglesia.


Otro gran desafío de este tiempo es el del relativismo. En la sociedad se ha ido metiendo, casi sin darnos cuenta, la afirmación de que no hay verdades y valores absolutos. Se enaltece la libertad y el sujeto al punto tal de no admitir una realidad que nos está dada.

Don Enrique Santos Discépolo reflejaba un “despliegue de maldad insolente” en su tango “Cambalache”: “Hoy resulta que es lo mismo/ser derecho que traidor/ignorante, sabio o chorro,/generoso o estafador…/ ¡Todo es igual!/¡Nada es mejor!/Lo mismo un burro/que un gran profesor”.

Ante estas constataciones respondía con la misma contundencia: “¡Qué falta de respeto/qué atropello a la razón!”.

Se pretende justificar que cada uno puede tener su “propia opinión” sobre todos los temas que se le ocurra, y se pondera del mismo modo a quien es perito en una cuestión como al que improvisa una idea. Pareciera que todo es opinable, y la verdad se reduce solamente al consenso.

El Cardenal Ratzinger en la homilía de inicio del cónclave que lo eligió como Papa dijo: “Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos”. (Ratzinger, Homilía 18-4-2005)

Hace pocas semanas, en el Mensaje que el Papa escribió con ocasión de la Jornada Mundial de Oración por la Paz, insistió en este tema. Indicó que un obstáculo para educar en la libertad “es la masiva presencia, en nuestra sociedad y cultura, del relativismo que, al no reconocer nada como definitivo, deja como última medida sólo el propio yo en una prisión, porque separa al uno del otro, dejando a cada uno encerrado dentro de su propio yo”.

En ambos textos —con casi 7 años de diferencia entre uno y otro— se señala al “propio yo como última medida” preso de sus “caprichos” o “antojos”.

A veces escucho algunos reclamos que son fruto de pretensiones egoístas, sin importar lo que pasa a otros. El individualismo y la falta de solidaridad o espíritu comunitario pueden llegar a aislarnos unos de otros y llevarnos a experiencias de profunda soledad.

Discépolo expresaba esta falta de solidaridad en otro tango: “Cuando estés bien en la vía/sin rumbo y desesperado…/La indiferencia del mundo/que es sordo y es mudo/recién sentirás/ verás que todo es mentira, /verás que nada es amor…/ que al mundo nada le importa…/yira…yira…”. Se refleja así la consecuencia de vivir cada uno en su propio mundo.

Debemos aceptar que no todo está por hacerse o decidirse. Yo no puedo cambiar las leyes de la física o la matemática. Tampoco puedo decidir cuándo nacer o morir. Sí puedo elegir cómo vivir, siempre y cuando respete a los demás y a mí mismo, y al orden moral natural. Ser varón o mujer viene dado. Nacer en París, Madrid, Rosario o Catamarca depende del lugar en que se encuentra la mamá en el momento del parto y una vez que dio a luz ya está dicho el lugar de nacimiento.

El relativismo pretende eliminar las certezas. Termina reduciendo la verdad al consenso, el amor fiel al sentimiento pasajero, la religión al intimismo.

También promueve no valorar la proyección de la vida en el largo plazo, y del tiempo se valora el instante, el aquí y ahora.

Esta corriente, en lugar de ser camino de liberación, termina encerrando al sujeto en sus propios deseos y caprichos.

Pero tenemos certezas que son inconmovibles: amar es mejor que odiar, la verdad es mejor que la mentira, la solidaridad siempre es preferible al egoísmo. Sabemos que Dios nos ama y es eterno su amor. Que por amor creó el mundo, y a nosotros a su imagen y semejanza.

Mons. Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú

lunes, 30 de enero de 2012

ESCOGIENDO MI CRUZ

Cuentan que un hombre un día le dijo a Jesús:

- "Señor: ya estoy cansado de llevar la misma cruz en mi hombro, es muy pesada y muy grande para mi estatura".

Jesús amablemente le dijo:

- "Si crees que es mucho para ti, entra en ese cuarto y elige la cruz que más se adapte a ti"

El hombre entró y vio una cruz pequeña, pero muy pesada que se le encajaba en el hombro y le lastimaba, buscó otra pero era muy grande y muy liviana y le hacía estorbo, tomó otra pero era de un material que raspaba, buscó otra, y otra, y otra.... hasta que llegó a una que sintió que se adaptaba a él. Salió muy contento y dijo:

- "Señor, he encontrado la que más se adapta a mi, muchas gracias por el cambio que me permitiste".
Jesús le mira sonriendo y le dice:

- "No tienes nada que agradecer, has tomado exactamente la misma cruz que traías, tu nombre está inscrito en ella. Mi Padre no permite más de lo que no puedas soportar porque te ama y tiene un plan perfecto para tu vida"

Muchas veces nos quejamos por las dificultades que hay en nuestra vida y hasta cuestionamos la voluntad de Dios, pero El permite lo que nos suceda porque es para nuestro bien y algo nos enseña a través de eso. Dios no nos da nada más grande de lo que no podamos soportar, y recordemos que después de la tormenta viene la calma y un día esplendoroso en el que vemos la Gloria de Dios.

Ánimo en los brazos de Jesús y María...