miércoles, 11 de junio de 2008

Reflexión: LA HORA DE ARRIESGAR

Hoy se valora tanto la seguridad… personal y colectiva. Todo tiene que ser fiable, ofrecer garantías… Lo mismo da si es lo que compro o lo que uso, que si hablo de las opciones que voy tomando. Tengo una tendencia irrefrenable a querer tener todas las respuestas antes de avanzar. “¿Qué pasará?” “¿Y si ocurre esto o lo otro?” “No vaya a ser que algo falle, o que me quede a la intemperie, o que algo se escape de los cálculos y las previsiones…”. Y, sin embargo, creo que es una necedad el pretender tenerlo todo atado y bien atado siempre. Hay momentos en que toca arriesgar, caminar sobre el alambre, adentrarse por caminos que no sabes a dónde conducen y salirse del guión.

Mi propia historia me va enseñando que muchas veces ha sido el saltar al vacío, sin saber muy bien lo que me iba a encontrar, lo que me ha ayudado a crecer y a vivir con más plenitud. Si me dejase llevar por los miedos, nunca daría un paso. Siempre estaría esperando a tenerlo todo claro (¿y cuándo es eso?) Es sutil la diferencia entre temeridad y valentía, entre el riesgo lúcido y la insensatez… pero hay que intentarlo a veces. Muchas decisiones vitales tienen que jugarse en ese difícil equilibrio: lo que sueñas ser en la vida, los estudios que vas a hacer, las relaciones personales por las que apuestas, lo que uno está dispuesto a decir y a callar, los proyectos que hay que acometer, las realidades que estoy dispuesto a conocer… A menudo tengo que soltarme de las seguridades, y atreverme a intentar lo nuevo.

Nadie garantiza que todo me vaya a salir bien, que tras la osadía siempre venga un premio o que los intentos conduzcan infaliblemente al éxito. A veces meteré la pata (a menudo), y otras me daré un buen golpe. En ocasiones quedaré un poco expuesto, quizás vulnerable; y otras, al contrario, los riesgos traerán su dosis de acierto y resultados. Pero de todo se puede aprender. La clave no es tener muchas seguridades ni certezas, sino unas pocas, pero sólidas. ¿Dónde encontrarlas? En la gente cercana en quien uno confía y por quien apuesta con los ojos cerrados. En las propias capacidades, que no hay que negar, y bien usadas son talentos que Dios nos ha dado para construir Reino. Y, sobre todo, en ese Dios que, al final, sigue inspirando y susurrándonos una palabra de aliento y pasión.

¿Alguna vez me lanzo por terrenos no conocidos?
¿Mi fe me lleva a correr riesgos?
¿Cuáles son mis seguridades en este momento de la vida?

lunes, 9 de junio de 2008

Catequesis


El sábado 7 de junio los catequistas del Parroquia y del Instituto San Judas Tadeo vivieron el "Encuentro Mensual de Catequistas".
Durante la jornada compartieron un momento de oración frente a Jesús Eucaristía, luego un momento de formación “Que es un Evangelio” a cargo de la Prof. Cecilia. Para terminar la tarde compartieron unas ricas tortas fritas con mate.
Gracias Cecilia por tu tiempo y tu compromiso con la verdad.