En este mes de octubre celebramos la fiesta de San Judas Tadeo, nuestro Patrono. Y Recuerdo algo que viví en la niñez.
Cuando salía de la escuela todos los mediodías, iba caminando hasta mi casa y a veces, me quedaba conversando con una vecina muy simpática: Nélida, que estaba en la puerta de su casa esperando que su esposo e hijo vinieran del trabajo para almorzar. Ella me hacía reír con las historias que me contaba que había vivido en su infancia.
Una vez me dijo: “Mi abuela me regaló algo muy valioso. A vos te lo voy a regalar, porque te quiero mucho”y me dio una oración de protección muy antigua que nombraba a un santo que yo no conocía. En esa época sólo tenia conocimiento de los santos más famosos a los que mi abuela le rezaba: San José, Santa Rita, San Cayetano y por supuesto a la Virgen María.
Con el paso del tiempo, me acerqué a la fe en mi juventud, participando de un retiro espiritual donde iba el P. Jordi Sabaté a celebrar misa. El me pidió si quería visitar las casas de su radio parroquial con otros jóvenes, llevando la imagen de la Virgen. En ese momento él era párroco de esta Parroquia. Este servicio fue de mucho crecimiento espiritual para mí. Más tarde comencé a participar de las misas de los domingos con mi novio en ese momento, Daniel. Cuando decidimos casarnos, el P. Jordi celebró nuestro matrimonio. Luego pasó como párroco a la Parroquia de San Pantaleón.
Cuando el P. Eduardo llegó a la Parroquia, dimos con Daniel catequesis a los papás de los chicos que iban a recibir la primera comunión. Luego dejamos este servicio y pasamos a dar Catequesis Pre-bautismal. Nacieron mis hijos y fueron al jardín de San Judas Tadeo, que depende de la parroquia y luego en el mismo lugar, a la primaria y ahora ya mi hijo mayor cursa la secundaria.
Un día ordenando los libros de la biblioteca de mi casa, se cae un papel de uno de ellos y par mi sorpresa era la oración que me había regalado mi vecina y cuyo título dice : “Oración pidiendo protección a San Judas Tadeo”.
Me emociono al comprobar la intercesión de los santos ante Dios por nosotros, que peregrinamos en la tierra. ¡ Gracias San Judas por todos estos años vividos en tu compañía! ¡ Gracias Nélida por alcanzarme desde tu cariño, la protección de este Santo al que yo no conocía , pero que me guió todos estos años vividos en comunión con Jesús y con su Iglesia a la que quiero tanto!
